- Los Sistemas de Control son el corazón de todo tratamiento de agua de enfriamiento
- Un sistema sin purga se llena de algas y es un riesgo a la salud pública
- Los Controladores MicroVision cuentan con un interruptor de flujo que detecta el funcionamiento del sistema
Los tratamientos químicos para sistemas de enfriamiento por agua suelen ser vistos de forma simplista como una dosificación de químicos y una verificación a través de análisis, pero es mucho más complejo, ya que son sistemas dinámicos por ser evaporativos.
Hay días lluviosos, días de sol, días con mayor demanda de refrigeración, días con el sistema apagado, por lo que la calidad del agua tiene que ser monitoreada constantemente y se deben realizar los ajustes necesarios en el tiempo oportuno.
Variables que afectan la calidad
Los sistemas evaporativos tienen tres variables que intrínsicamente afectan la calidad del agua:
Evaporación: Una de las características más ignoradas a la hora de diseñar y comisionar este tipo de sistema. La cantidad de agua que se evaporará en un sistema de varios factores como la temperatura, la humedad, los vientos y la carga térmica por refrigeración. La evaporación es la mayor pérdida de agua que un sistema debe tener y es la causante del aumento de sólidos en el agua en recirculación.
Purga: Los sistemas tienen un límite de sólidos que pueden tolerar antes de que la incrustación sea inminente, para ello cierta porción del agua en recirculación debe ser eliminada; a esto se le llama purga; esta controla la cantidad de sólidos, de químicos y de microorganismos en el sistema.
Arrastre: Es la pérdida de agua debido a la acción de los ventiladores sobre el agua de recirculación. Son pequeñas gotas que el viento saca fuera de la torre y las lleva al ambiente. El arrastre es el medio a través del cual se diseminan bacterias patógenas como la legionela.
Sistemas de Control
A pesar de ser el corazón de todo tratamiento de agua por enfriamiento, muchas veces queda al libre albedrío para los instaladores incluirlos o no, esto hace que demasiados sistemas no tengan un equipo de control para manejar la purga y la dosificación de químicos, lo cual hace sumamente difícil mantener un tratamiento óptimo.
Un sistema sin purga se llena de algas, es un riesgo a la salud pública, los sólidos se concentran a niveles insostenibles que causan incrustaciones severas, la vida útil se los equipos disminuyen y en algunos meses el sistema dejará de funcionar.
Un sistema con purga manual es inaceptable para los requerimientos actuales, tanto los ambientales como los de salud pública; son la única herramienta que garantiza que cada gota de agua botada fuese necesaria, que la concentración de químicos sea la adecuada y que la vida útil de las torres, manejadoras y chillers sea las esperadas.
Instalación profesional
Un sistema típico de control está conformado por un controlador MicroVision que cuenta con un interruptor de flujo que detecta cuando el sistema operando o no, y un sensor toroidal de conductividad. Los sensores toroidales tienen el beneficio de presentar pocos problemas de calibración debido a la suciedad del sistema, son robustos y confiables; estos equipos monitorean la conductividad eléctrica del agua que es relacionada a los sólidos solubles con los análisis químicos que se deben realizar mensualmente.
El controlador activa una válvula motorizada con retorno de capacitador como el Mini KLD. La válvula botará la cantidad de agua necesaria hasta bajar la cantidad de sólidos a un parámetro preestablecido. El beneficio de válvulas como el Mini KLD es que, al ser una válvula de bola, no se ensucian como los solenoides y a diferencia de las válvulas mecánicas tradicionales son mucho más pequeñas y livianas, lo que ayuda a la instalación.
El controlador también activa bombas Pulsatron para la dosificación del producto biocida, para control de microorganismos, y los inhibidores de corrosión e incrustación.
La ubicación de las salidas para el circuito de agua para los sensores del controlador es de suma importancia e imprescindible para una instalación profesional. Una instalación incorrecta puede afectar las lecturas de los sensores que afectarían directamente el tratamiento y la calidad del agua.
Factores determinantes
Temas de flujo, presión, aires, ambiente, entre otros, pueden ser un factor determinante para seleccionar los puntos para contactarse al sistema, por lo que un profesional de tratamientos de agua es la persona idónea para instalar estos sistemas.
En algunas ocasiones el contratista mecánico o el instalador de plomería queda a cargo de la instalación de los controladores, pero, al no saber los programas de tratamiento termina instalándolo como mejor le parece o como viene detallado en el manual que, generalmente, no es la mejor forma de instalar dadas las características locales.
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